2011 puede ser el año

En el deporte, como en la vida, todo son etapas. Esta temporada empezó para Marco siendo distinta a las demás. Hasta este momento todo había sido crecer, por eso, el hecho de empezar la temporada sin contar demasiado para el entrenador fue difícil.

 

Los meses fueron pasando y, en medio de toda esta odisea, llegaba el Mundial, ese ansiado acontecimiento en el que Marco quería reivindicar que el comienzo de temporada había sido solo un bache, una mala etapa dentro de las muchas que componen su excelente trayectoria. Ásí, el Mundial fue un punto de inflexión, un antes y un después a todos estos problemas. Marco disputó esta competición (la primera vez que lo hacia) y creo que ni hasta el más optimista podría imaginar que, en la primera participación chilena en competiciones del tal magnitud, se pudieran conseguir tan buenos resultados (Chile quedó 22ª de 24 selecciones).

Después de esta hazaña tocaba volver a la realidad, tocaba volver a Barcelona. 2011 había empezado de forma inmejorable para Oneto pero ahora quedaba la duda de si podría darle la vuelta a la situación que vivía en el conjunto azulgrana. Cualquier jugador se hubiera rendido, tirado la toalla y esperado a acabar la temporada para buscar un nuevo destino. Eso sería lo fácil, y para Marco las cosas no son así, a base de no se sabe bien ya que ha vuelto a recuperar un puesto en el equipo. Ese equipo que tiene acariciando el título de Liga y que se ha clasificado de forma brillante para la Final Four.

El 29 de mayo, en Colonia, terminará la tercera temporada de Marco en Barcelona y, si todo sale como se espera, podría darse el caso de que el chileno contase en su palmarés con todos los títulos que un jugador puede ganar en España (Supercopa ASOBAL, Copa ASOBAL, Copa del Rey, Liga y Champions League) cosa al alcance de muy pocos.

Cada uno puede valorarlo desde su punto de vista, pero lo que está claro es que pase lo que pase ese día 29, Oneto ha vuelto a demostrar que no hay límites ni barreras, tan solo esfuerzo y seguir luchando día a día por lo que se cree que es justo.

 

Foto: Sascha Klahn.